Terremoto político. Hito. Punto de inflexión. Morder el polvo. Trompada en el medio de la cara. Docenas de términos se podrían utilizar para adjetivar la magnitud del golpe sufrido por el gobierno. Ayer decíamos que las apuestas mayoritariamente indicaban que el gobierno obtendría la mayoría; no fue así y hoy el mapa político es otro. Se los dijimos unas veinte veces: agranden la base política. No nos dieron pelota.
¿Cómo sigue todo esto? Las declaraciones radiales que escuchaba por la mañana indicaban que nadie tenía demasiado claro cómo seguir. Derogar la famosísima Resolución 125 es un paso ineludible; el gobierno quizás tenía margen para sentarse sobre su vigencia si no había decisión legislativa pero no parece posible con un rechazo expreso.
Sí, por penales, pero expreso.
Surgen muchas preguntas desde este nuevo punto de partida. Primero, la dirigencia rural prontamente tendió la mano a negociar, aunque teniendo en cuenta el tono de sus demandas maximalistas durante estos meses, suponemos que la victoria de anoche estimulará demandas aún mayores. ¿El gobierno estará dispuesto a firmar esa explícita capitulación? ¿Por qué va a aceptar demandas más grandes que las que no aceptó hasta hoy?
Segundo, si la decisión de enviar la norma al Congreso surgió del ala cristinista del gobierno (sí, es muy loco, pero CFK es sólo líder de un ala de su gobierno): ¿la derrota significará una derrota de las palomas frente a los halcones? ¿o los halcones deberán pagar el costo de haber bloqueado hacer concesiones en la discusión del proyecto? ¿por qué uno debería esperar que la derrota, como a muchos nos gustaría, genere moderación y vocación de diálogo?
Ahora bien, pasadas tantas horas del rechazo de las retenciones móviles en el Senado, poco se sabe del gobierno. ¿Dónde están las primeras líneas de esta administración? ¿No hay nada para decir? Si el gobierno quiere recuperar la iniciativa (o hacer como que la recupera) va a tener que salir de la tapera en que están todos metidos.
Tenemos muchas dudas. Más dudas que certezas.
[Foto, acá]
¿Cómo sigue todo esto? Las declaraciones radiales que escuchaba por la mañana indicaban que nadie tenía demasiado claro cómo seguir. Derogar la famosísima Resolución 125 es un paso ineludible; el gobierno quizás tenía margen para sentarse sobre su vigencia si no había decisión legislativa pero no parece posible con un rechazo expreso.
Sí, por penales, pero expreso.
Surgen muchas preguntas desde este nuevo punto de partida. Primero, la dirigencia rural prontamente tendió la mano a negociar, aunque teniendo en cuenta el tono de sus demandas maximalistas durante estos meses, suponemos que la victoria de anoche estimulará demandas aún mayores. ¿El gobierno estará dispuesto a firmar esa explícita capitulación? ¿Por qué va a aceptar demandas más grandes que las que no aceptó hasta hoy?
Segundo, si la decisión de enviar la norma al Congreso surgió del ala cristinista del gobierno (sí, es muy loco, pero CFK es sólo líder de un ala de su gobierno): ¿la derrota significará una derrota de las palomas frente a los halcones? ¿o los halcones deberán pagar el costo de haber bloqueado hacer concesiones en la discusión del proyecto? ¿por qué uno debería esperar que la derrota, como a muchos nos gustaría, genere moderación y vocación de diálogo?
Ahora bien, pasadas tantas horas del rechazo de las retenciones móviles en el Senado, poco se sabe del gobierno. ¿Dónde están las primeras líneas de esta administración? ¿No hay nada para decir? Si el gobierno quiere recuperar la iniciativa (o hacer como que la recupera) va a tener que salir de la tapera en que están todos metidos.
Tenemos muchas dudas. Más dudas que certezas.
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4 comentarios:
¿Me define que entiende usted por moderación?
No me gusta esa palabra. Me trae reminiscencias de mis épocas de gorila lector de La Nación y amigo del alfonsinismo,
¿Me define que entiende usted por moderación?
No me gusta esa palabra. Me trae reminiscencias de mis épocas de gorila lector de La Nación y amigo del alfonsinismo,
Ese término es, lo reconozco, dificil de definir. Pero creo que es claro que un gobierno que propicia la formación de fuerzas de choque, desprecia a sus oponentes, concibe la negociación como un escenario para poner de rodillas al otro, imagina hacer concesiones como una derrota, supone que el disenso atenta contra su misma existencia, entre muchos otros rasgos, no es un gobierno moderado.
Claro que no Coronel. Y yo no dije ni diría eso.
Voy a decir algo que quizás pueda resultar polémico, pero no quería dejar pasar la oportunidad. A mi entender se hace mal en hablar de moderación cuando vendría mejor la idea de planificación y racionalidad. Si bien puede parecer que estamos hablando de lo mismo, entiendo que se trata de ideas opuestas. En lo personal, yo entiendo que un gobierno moderado es aquel que pierde el tiempo llamando a consultas a los "opositores" ("Mesa de la Concertación" alfonsinista como máxima expresión de esto), cediendo las capacidades estatales al mercado, cediendo carteras al poder real y sosteniendo un discurso que reproduzca el orden dominante a nivel mundial. Yo quiero un Gobierno con vocación de poder, es decir, un Gobierno en serio.
Lo que comúnmente se entiende por "Moderación", suele ser el equivalente de una postura política domesticada, como la del PS francés actual, por ejemplo. Es decir, una negación de la política, una izquierda nominal y nunca de contenido.
Un gobierno y un país en serio, o con vocación de poder, requiere, tener una conciencia clara de los problemas, poseer un análisis profundo (y propio, nunca prestado) de las circunstancias históricas, etc. Los llamados gobiernos moderados, por el contrario, son aquellos que hacen lo mismo que la derecha.
Y si hemos de analizar la historia con crudeza, es bastante claro que la moderación, la sensatez y el buen juicio, entendidos en estos términos, nunca han desempeñado un rol muy significativo en la misma. Veamos un ejemplo: ¿Bush y Blair son moderados? ¿Representan una derecha moderada o una derecha en serio? Si nos hemos de guiar por sus acciones es claro que no son moderados. Sobre la base de un bolazo conocido por todo el mundo, han invadido dos países en dos años, han desatado una violencia que ya se ha llevado la vida de unas 750.000 personas, uno de ellos llegó a sugerir que estaba dispuesto a utilizar bombas atómicas, han torturado y asesinado a gente indefensa. En síntesis, han violado todas las reglas del mundo "civilizado". Y si no fuera porque ahora sus ejércitos están empantanados en una guerra urbana que les es muy desfavorable, no me caben dudas de que ya hubieran invadido otros países y asesinado a muchísimos otros seres humanos, como de hecho lo habían prometido hace un par de años. Indudablemente, no representan una concepción política moderada, ya que mienten y violan todas las reglas de convivencia. Pero no me caben dudas de que ambos encarnan a una derecha muy en serio. Tienen poder, lo saben y lo ejercen. Es más, quieren acumular más poder aún. Y no estamos hablando de los líderes de dos países subdesarrollados carentes de "instituciones", ambos gobiernan los dos Estados que han liderado el mundo durante los últimos 200 años.
La última, en el contexto político argento actual. La caracterización que realiza usted le cabe al 95 % del arco político.
"No hay lugar para los débiles" (Julio de Vido dixit)
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