La historia (quizás sólo la leyenda) cuenta que Joseph Stalin le preguntó a un consejero, no sin ironía: "¿Cuántas divisiones tiene el Papa?". Siempre recuerdo esta muy citada anécdota cuando escucho o leo cosas como estas:
...el vicepresidente Cleto Cobos había tenido una reunión con Bergoglio y Magnetto (aka Clarín) en la cual estos le habían ofrecido hacerse cargo de un gobierno de transición cuando, "más o menos en 20 días", Cristina Fernández de Kirchner se viera obligada a renunciar. Lo más interesante es que, según mi fuente, Cleto habría aceptado la propuesta de ser presidente en el nuevo gobierno.
Pero nadie parece preguntarse: ¿cuántas divisiones tiene Bergoglio?
...el vicepresidente Cleto Cobos había tenido una reunión con Bergoglio y Magnetto (aka Clarín) en la cual estos le habían ofrecido hacerse cargo de un gobierno de transición cuando, "más o menos en 20 días", Cristina Fernández de Kirchner se viera obligada a renunciar. Lo más interesante es que, según mi fuente, Cleto habría aceptado la propuesta de ser presidente en el nuevo gobierno.
Pero nadie parece preguntarse: ¿cuántas divisiones tiene Bergoglio?
* *
Por un lado, uno comprende y admite que, en el proceso de construcción del discurso político, se operan divisiones entre un "nosotros" y un "ellos" contrapuestos. En este sentido, se propone un "nosotros" enfrentado a la Iglesia, a los medios concentrados e, idealmente, al poder. Amigos muy bien informados y conectados me comentaron que Cobos mantuvo contactos con muchos más actores del tablero, desde "la Embajada" hasta el duhaldismo; por lo cual la construcción del discurso podría aún haber sido más inclusiva.
Ahora bien, por otro lado, estas oposiciones están construidas sobre una evidente distorsión (o desconocimiento) de los hechos, de los actores y de sus circunstancias.
Poder y contra-poder. Imaginar al kirchnerismo como una expresión contra-hegemónica (qué bien que suena ese término: contra-hegemónica...) impone la omisión de muchos elementos y posiciones en el tablero político. Impone silenciar que entre los aliados se cuentan numerosos actores que deberían ser contados como "el poder" y que en el campo opositor hay mucho más que "oligarcas".
En esa dirección reflexionaba Ernesto Tenembaum en los días más álgidos del enfrentamiento con los productores agrícolas:
Quizá estemos realmente ante un golpe de Estado oligárquico contra el gobierno popular. ¿Qué hace entonces Víctor De Gennaro tan mal parado? ¿Y qué hacen Aceitera Deheza, Omar Viviani, Gerardo Martínez, Aeropuertos, Eskenazi, el Banco Macro, British Petroleum, Martín Redrado, SanCor y Techint del lado de los buenos? ¿Serán las famosas contradicciones del campo popular?
Antiguos socios. El Grupo Clarín es uno de los conglomerados de medios más grandes de toda la región y una pieza clave en el tablero político argentino. Pero posicionarlo como una anatema del kirchnerismo impone otras omisiones de hechos conocidos.
El kirchnerismo supo construir con ese conglomerado una relación muy "especial", al punto que el gobierno lo retribuyó con concesiones amplias y generosas. Más aún, tras el virulento choce del gobierno con el multimedio, escenificado por peleles útiles, el gobierno supo tirar nuevos puentes con el medio, a fin de llegar (cuando menos) a una tregua:
Massa ya fue interlocutor oficial del mundo K ante Clarín hace dos meses. Fue durante una reunión que tuvo lugar en las oficinas del consultor de imagen Cesar Mansilla. Enviado especial de Néstor Kirchner, Massa se reunió con Jorge Rendo para buscar calmar la guerra en el medio de la disputa por el campo. Todavía hoy se desconocen los alcances del supuesto acuerdo sellado por Massa-Rendo, aunque los rumores señalan que el hombre de Clarín se llevó el compromiso de que la aprobación de la fusión CableVisión-Multicanal no tendría marcha atrás. Si fue así, no ha quedado todavía claro que se llevó el kirchnerismo a cambio, a la luz del trato que recibió del mundo Clarín en el último mes. (fuente, acá)
El Grupo es, qué duda cabe, un actor poderoso. ¿Pero puede sacar un presidente y poner otro? ¿Así de fácil? ¿O sólo transa apoyo por políticas como hace cualquier otro actor del sistema político?
Bergoglio y sus blindados. ¿Cuáles o cuántos son los recursos políticos de que dispone Bergoglio para convertirse en gran elector y ofrecerle a Cobos la presidencia? Su rol como operador opositor, que es cierto, es difícil que vaya más allá de un agente capaz de reducir los costos de coordinación de actores políticos con recursos propios. Tal como Stalin hubiera entendido con claridad, Bergoglio no sólo no dispone ni de divisiones ni de blindados; sino que tampoco controla recursos económicos o políticos de consideración.
A su vez, este discurso impone omitir las fracturas que corren a lo largo de la propia Iglesia, donde la figura de Bergoglio sólo representa a sectores moderados, rodeados por un ala ultramontana bien representada por obispos como Aguer u Ogñenovich; y un ala progresista encarnada por obispos como Casaretto o Laguna. Es decir, que los ya escasos recursos políticos de Bergoglio se encuentran aún mermados por divisiones que, aunque ocurran detras los muros, tienen efectos concretos. Aunque pueda resultar cómodo pensar la Iglesia como un ente monolítico y uniforme, la capacidad analítica de una construcción teórica de estas características es muy escasa.
Ahora bien, por otro lado, estas oposiciones están construidas sobre una evidente distorsión (o desconocimiento) de los hechos, de los actores y de sus circunstancias.
Poder y contra-poder. Imaginar al kirchnerismo como una expresión contra-hegemónica (qué bien que suena ese término: contra-hegemónica...) impone la omisión de muchos elementos y posiciones en el tablero político. Impone silenciar que entre los aliados se cuentan numerosos actores que deberían ser contados como "el poder" y que en el campo opositor hay mucho más que "oligarcas".
En esa dirección reflexionaba Ernesto Tenembaum en los días más álgidos del enfrentamiento con los productores agrícolas:
Quizá estemos realmente ante un golpe de Estado oligárquico contra el gobierno popular. ¿Qué hace entonces Víctor De Gennaro tan mal parado? ¿Y qué hacen Aceitera Deheza, Omar Viviani, Gerardo Martínez, Aeropuertos, Eskenazi, el Banco Macro, British Petroleum, Martín Redrado, SanCor y Techint del lado de los buenos? ¿Serán las famosas contradicciones del campo popular?
Antiguos socios. El Grupo Clarín es uno de los conglomerados de medios más grandes de toda la región y una pieza clave en el tablero político argentino. Pero posicionarlo como una anatema del kirchnerismo impone otras omisiones de hechos conocidos.
El kirchnerismo supo construir con ese conglomerado una relación muy "especial", al punto que el gobierno lo retribuyó con concesiones amplias y generosas. Más aún, tras el virulento choce del gobierno con el multimedio, escenificado por peleles útiles, el gobierno supo tirar nuevos puentes con el medio, a fin de llegar (cuando menos) a una tregua:
Massa ya fue interlocutor oficial del mundo K ante Clarín hace dos meses. Fue durante una reunión que tuvo lugar en las oficinas del consultor de imagen Cesar Mansilla. Enviado especial de Néstor Kirchner, Massa se reunió con Jorge Rendo para buscar calmar la guerra en el medio de la disputa por el campo. Todavía hoy se desconocen los alcances del supuesto acuerdo sellado por Massa-Rendo, aunque los rumores señalan que el hombre de Clarín se llevó el compromiso de que la aprobación de la fusión CableVisión-Multicanal no tendría marcha atrás. Si fue así, no ha quedado todavía claro que se llevó el kirchnerismo a cambio, a la luz del trato que recibió del mundo Clarín en el último mes. (fuente, acá)
El Grupo es, qué duda cabe, un actor poderoso. ¿Pero puede sacar un presidente y poner otro? ¿Así de fácil? ¿O sólo transa apoyo por políticas como hace cualquier otro actor del sistema político?
Bergoglio y sus blindados. ¿Cuáles o cuántos son los recursos políticos de que dispone Bergoglio para convertirse en gran elector y ofrecerle a Cobos la presidencia? Su rol como operador opositor, que es cierto, es difícil que vaya más allá de un agente capaz de reducir los costos de coordinación de actores políticos con recursos propios. Tal como Stalin hubiera entendido con claridad, Bergoglio no sólo no dispone ni de divisiones ni de blindados; sino que tampoco controla recursos económicos o políticos de consideración.
A su vez, este discurso impone omitir las fracturas que corren a lo largo de la propia Iglesia, donde la figura de Bergoglio sólo representa a sectores moderados, rodeados por un ala ultramontana bien representada por obispos como Aguer u Ogñenovich; y un ala progresista encarnada por obispos como Casaretto o Laguna. Es decir, que los ya escasos recursos políticos de Bergoglio se encuentran aún mermados por divisiones que, aunque ocurran detras los muros, tienen efectos concretos. Aunque pueda resultar cómodo pensar la Iglesia como un ente monolítico y uniforme, la capacidad analítica de una construcción teórica de estas características es muy escasa.
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Tal como se ha difundido por diferentes medios (y que yo sepa nadie ha desmentido!) fue en el núcleo más íntimo del propio gobierno donde se evaluó una jugada al límite (por no decir muy peligrosa): la renuncia de CFK con el fin de profundizar la polarización política y reconstruir un aparato político en fuga, sin ninguna garantía de lograrlo y sin el más mínimo rastro de responsabilidad.
Además, si lo peor ocurrió, ¿dónde fueron a dar todos los golpistas que se amontonaban para deponer el sistema? En este sentido, hace poco reflexionaba Marcos Novaro: Inútil preguntarle a sus epígonos dónde están hoy las pruebas del “clima destituyente” que se suponía habría de desatarse a menos que el gobierno impusiera su voluntad, y por qué el kirchnerismo sigue deteriorándose cuando sus supuestos enemigos han vuelto a ocuparse de sus propios asuntos y negocios.
Tal como argumentamos en otra oportunidad, la posibilidad de un golpe con todas las letras es hoy remotísima; no obstante lo cual reconocemos que bajo esta etiqueta se puede esconder la pretensión de liquidar la capacidad de intervención del Estado sobre el mercado mediante un lockout. ¿Pero no cabe también un uso más responsable de estos términos cuando la sangre de miles de argentinos clama justicia al cielo?
En fin. La sutileza de análisis como el citado al abrir el post recuerdan, aunque Lucas C. se enoje conmigo, a las salidas desde el fondo de Rolando Schiavi: ojos bien cerrados, para adelante, pura decisión, mejor si revoleamos pelota y jugador, mejor si la pelota cae en la segunda bandeja. Todo se trata de reventarla.
Además, si lo peor ocurrió, ¿dónde fueron a dar todos los golpistas que se amontonaban para deponer el sistema? En este sentido, hace poco reflexionaba Marcos Novaro: Inútil preguntarle a sus epígonos dónde están hoy las pruebas del “clima destituyente” que se suponía habría de desatarse a menos que el gobierno impusiera su voluntad, y por qué el kirchnerismo sigue deteriorándose cuando sus supuestos enemigos han vuelto a ocuparse de sus propios asuntos y negocios.
Tal como argumentamos en otra oportunidad, la posibilidad de un golpe con todas las letras es hoy remotísima; no obstante lo cual reconocemos que bajo esta etiqueta se puede esconder la pretensión de liquidar la capacidad de intervención del Estado sobre el mercado mediante un lockout. ¿Pero no cabe también un uso más responsable de estos términos cuando la sangre de miles de argentinos clama justicia al cielo?
En fin. La sutileza de análisis como el citado al abrir el post recuerdan, aunque Lucas C. se enoje conmigo, a las salidas desde el fondo de Rolando Schiavi: ojos bien cerrados, para adelante, pura decisión, mejor si revoleamos pelota y jugador, mejor si la pelota cae en la segunda bandeja. Todo se trata de reventarla.
9 comentarios:
Coronel: es un análisis brillante. Pero, por cierto, hay que agregarle que las conspiraicones existen, y algunas veces, se engarzan a procesos sociales. El poder de Bergoglio es ciertamente relativo, pero a la vez, fue importante en la hustes camperas al apoyo de muchos sacerdotes al pie del cañón, de las rutas. Y hay que recordar que Alfonsín, Bergoglio y Duhalde junto a la UIA, comandaron el gobierno interino del 2002. Ellos, seguramente quieren recrear ese escenario, aunque no ya la UIA. ¿Cuál es la posibilidad de que eso ocura? Cada día que trascurre, se esfuma más. Pero que lo haya soñado, es absolutamente verosímil.
Por otro lado, hablar de clima destituyente es ciertamente correcto, como vos lo planteas cuando señalás que hay sectores que pretenden imitar la capacidad de intervención del estado.
Hay en artepolítica un post hoy de MEC, donde plantea una visión más compleja de por dónde y cómo estos sectores opositores plantean esmerilar al kirchnerismo.Me parece que es aconsejable leerlo.
El de la barbarie es en todo caso un rumor, que yo, como le dije a MEC, hubiese publicado sin dudas. Pero no sería más que una noticia.
che, y yo no me enojo, al contrario, me cago de risa. Un abrazo.
Lucas, usted sabe que las conspiraciones son como las brujas.
Pero me pregunto yo: ¿por dónde pasa la frontera que separa la conspiración del simple armado político?
Al margen: me perdí la participación de Bergoglio en el despelote 01/02. Porque no me va a decir que el "Diálogo argentino" era una conspiración. ¿Me lo aclara?
Una conspiración es una jugada táctica de la política donde no se rebelan sus fines, y a veces tampoco sus medios. Es algo, entonces, natural.
Cuando Duhalde lanzó el Movimiento Productivista -que fue la base del Diálogo Argentino- a los pocos días anunció en los Estados Unidos, según citó verbisqui, que iba a asumir como presidente. Eso fue a fines del 2001.
Clarín, por su parte, anunció la devaluación apenas renunció De la Rúa.
La frontera entre la conspiración y el armado político no existe.
Que duda cabe de que Magnetto es uno de los hobmres más poderosos del país. Ninguna.
¿Qué duda cabe de qué Juan Perón acertaba al definir "me fui con toda la prensa a favor y volví con toda la prensa en contra" Otra vez, ninguna.
Comparto con usted la preocupación por el mal uso de las palabras. Como citaba otro miembro de el blog del CIPO, se pasó de "clima destituyente" a "Peligro de golpe", luego a "golpe" y finalmente se arribó a "grupos de tareas" y "comandos civiles". YA que el kirchnerismo está a la izquierda del arco político debería ser más cuidadoso en el uso del discurso, ya que con el deformamiento que le imprime a la palabra se parece a la runfla de la derecha de este país.
Citarlo a Tenembaum. ¡Vamos hombre, que es un nabo ese periodista!
Igualmente no me atrevería a generalizar como lo hace Novaro. Muchos progres K han demostrado que no están de acuerdo con la idea del "golpe de Estado". Me he hablado con varios a los que esa mención los irrita y les produce mucha irritación porque tienen memoria histórica y les parece poco serio hablar de posibilidad de golpe y en cambio, manifestaron su apoyo al Gobierno por entender que cada vez que los Gobiernos constitucionales se debiltian termina pagando la mayoría del pueblo argentino, sobre todo los más pobres. Esa postura es respetable, aunque me parece que ya es hora de que la parte crítica del apoyo mencionado se empiece a manifestar.
En excelente blog de la gente del Cipol usted tiene un enlace. Lo felicitamos
Julián: Soy firmante de Carta Abierta, y por lo tanto adhiero a pie juntillas lo del "clima destituyente". Se lo percibe o no se lo percibe. Punto. Es una cuestion de percepciones.
Cualquiera que haya leido los posts fachos de Crítica, Seprin o Taringa lo pudo advertir. Eran manantiales de odio, racismo, tilinguería y gorilaje. Y que se hayan callado no significa que se hayan muerto. Siguen ahí, al acecho.
"Como citaba otro miembro de el blog del CIPO, se pasó de "clima destituyente" a "Peligro de golpe", luego a "golpe" y finalmente se arribó a "grupos de tareas" y "comandos civiles"."
Yo debo citar no sólo a las "Guardias Blancas" de Santiago del Estero, mano de obra desocupada del juarismo y muzaazarismo al servicio de los ruralistas, sino, claro, lo de Jorge Julio López, el concejal de Tigre (cuyo nombre no recuerdo), lo de Puthod y lo del representante de ATE Capital, Pablo Micheli, para citar algunos.
Estos movimientos qué son? Son secuestros comunes, que se resuelven pagando un rescate? O son todas cosas sueltas, que no guardan relación uno con otro? O se ha puesto en marcha un grupete con resabios de Triple A?
Si alguien quiere restarle trascendencia, yo no. Abran bien los ojos...
Lucas: ¿Entonces "nosotros" armamos y "ellos" conspiran? No creo que sea la jerga más feliz. Y ojo que no lo digo por vos.
Coincido en que muchas veces existen "conspiraciones" pero bastante más frecuente es el discurso conspirativo. En él se ubican todas las piezas de tal manera en que se construye un relato donde un poder omnímodo controla todos los movimientos, hasta los mínimos imprevistos son artificios planificados, donde todos estan coaligados por intereses ocultos, donde lo oculto opera como deus ex machina del relato, etc.
Julián: Lamento decepcionarte, pero Tenembaum no sólo no me parece un "nabo" sino que me parece un tipo sensato y bien informado.
De hecho, creo que tipos como Tenembaum (por izquierda) y Longobardi (por derecha) me parecen tipos cuya moderación y sensatez está muy subvalorada, por no decir ninguneada bajo el rótulo de tibieza, sólo porque tienen cara de nerds.
Podés coincidir en todo, mucho o nada de nada, pero creo que merecen más respeto.
Eduardo: Aún asumiendo que todos los hechos que mencionás fueron realizados por los mismos grupos o grupos que convergen en las mismas intenciones destituyentes (lo cual creo que es totalmente falso, pero concedo en términos hipotéticos), ¿qué carajo hizo este gobierno requetepreocupado por los DDHH, que controla organismos de inteligencia, policía, fuerzas de seguridad militarizadas, etc. para resolverlos y encontrar culpables?
abrazo a todos
Ok Coronel. Simplemente me tiene cansado el esilo CQC aplicado al periodismo. Me gusta algo más atrevido y más frontal que Tenembaum. Me gusta más Lanata.
Igual era broma hombre, tampoco se lo tome a mal. Por derecha me parece mejor Escudé que Longobardi. Longo fue capaz de concederle una entrevista a Massera. Para derecha prefiero a Pagni o a Escudé.
Saludos
epa! pero Escudé es un loco de mierda pero intelectualmente es muy groso. no cualquiera es PhD en Yale.
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