Aún cuando el grueso de su música (o lo que conozco de su música) no es rock, León Gieco es un tipo muy respetado tanto como artista en el ambiente rockero como por sus opiniones políticas más allá de él. En Crítica, hoy por la mañana, aparece un largo párrafo sobre el juicio por el incendio de Cromañón que parece oportuno copiar y, brevemente, comentar. Primero el párrafo:
No sé qué va a hacer la justicia. Mi pregunta es la siguiente: ¿qué pasaría si mañana aparece un flaco y dice que fue el que tiró la bengala? Va preso, pero a mí ni me da para culparlo, porque no fue a matar a 194 personas. Es un tipo que se equivocó, que tiró una bengala de tres tiros porque el rock barrial se futbolizó. Fue un desastre y lo único que me queda es lamentar esas muertes y los pibes que quedaron averiados. Pero cuando veo que empiezan a echar culpas a éste y al otro, primero empecemos por el principio: nadie quiso que pasara lo que pasó, pero las diferentes causalidades dan ese tipo de accidentes. Hay una falta de responsabilidad desde la habilitación, los inspectores, un par de cosas corruptas y el pobre Chabán que lo tratan como si fuese un asesino y siempre se dedicó a tener dos lugares para tocar rock. Le echan la culpa de 194 muertes por el solo hecho de que nunca hubo ningún control de nada y le vino mejor poner 4.000 personas a 10 pesos y no 1.000 a 40, porque también hay un problema económico en el país. Me cuesta muchísimo entender qué es lo que va a hacer la justicia y de dónde se va a agarrar, porque incluso no va a dejar conforme a nadie, porque una muerte no se puede conformar con nada. Y sigo pensando que cómo les van a decir asesinos a los Callejeros. Yo sigo pensando que es un grupo que toca rock and roll y se acabó. Era un grupo bengalero como eran un montón de grupos. Entonces, Chabán no es un asesino y los Callejeros tampoco. De última, los inspectores tampoco. Son unos irresponsables, pero no son asesinos. Y los corruptos, si hubo una policía corrupta o un bombero corrupto, que cobró cierta guita, tampoco es un asesino, es un corrupto. Pero todo eso dio como resultado una masacre.
No sé qué va a hacer la justicia. Mi pregunta es la siguiente: ¿qué pasaría si mañana aparece un flaco y dice que fue el que tiró la bengala? Va preso, pero a mí ni me da para culparlo, porque no fue a matar a 194 personas. Es un tipo que se equivocó, que tiró una bengala de tres tiros porque el rock barrial se futbolizó. Fue un desastre y lo único que me queda es lamentar esas muertes y los pibes que quedaron averiados. Pero cuando veo que empiezan a echar culpas a éste y al otro, primero empecemos por el principio: nadie quiso que pasara lo que pasó, pero las diferentes causalidades dan ese tipo de accidentes. Hay una falta de responsabilidad desde la habilitación, los inspectores, un par de cosas corruptas y el pobre Chabán que lo tratan como si fuese un asesino y siempre se dedicó a tener dos lugares para tocar rock. Le echan la culpa de 194 muertes por el solo hecho de que nunca hubo ningún control de nada y le vino mejor poner 4.000 personas a 10 pesos y no 1.000 a 40, porque también hay un problema económico en el país. Me cuesta muchísimo entender qué es lo que va a hacer la justicia y de dónde se va a agarrar, porque incluso no va a dejar conforme a nadie, porque una muerte no se puede conformar con nada. Y sigo pensando que cómo les van a decir asesinos a los Callejeros. Yo sigo pensando que es un grupo que toca rock and roll y se acabó. Era un grupo bengalero como eran un montón de grupos. Entonces, Chabán no es un asesino y los Callejeros tampoco. De última, los inspectores tampoco. Son unos irresponsables, pero no son asesinos. Y los corruptos, si hubo una policía corrupta o un bombero corrupto, que cobró cierta guita, tampoco es un asesino, es un corrupto. Pero todo eso dio como resultado una masacre.
El discurso de Gieco en este párrafo es por completo exculpatorio: acá nadie tiene responsabilidades, lo que pasó es producto de una serie (larga, muy larga) de hechos y omisiones que, individualmente, no son más que pequeñas piezas de una historia por nadie deseada, pero que aún así condude a la muerte. En este argumento, como en las tragedias griegas, no hay responsabilidades. Para Gieco, "nadie fue". O "fuimos todos", que es lo mismo.
Sin embargo, este argumento se construye sobre el silencio de muchos puntos del relato de una historia que acabó aquella noche en la muerte de casi doscientos jóvenes. Porque numerosas personas sí tuvieron la oportunidad de tomar decisiones y ayudar a torcer el curso de los hechos: pudieron habilitar salidas de incendios (o al menos no ponerle un candado a las existentes), pudieron no sobrevender entradas, pudieron no ingresar vengalas al lugar, pudieron no estimular su uso durante los show (al menos en lugares cerrados), pudieron castigar la violación de las normas, pudieron evitar pedir sobornos, pudieron evitar formar un sistema de recaudación ilegal mediante la entrega de habilitaciones.
No sólo decir que "a cualquiera pudo pasarle" no exime de las culpas y responsabilidades, sino que menos aún lo hace cuando se trata de acciones que se fueron cocinando lentamente, durante muchísimo tiempo, en el que pudieron/debieron prefigurarse las consecuencias de sus actos. A cualquier puede pasarle chocar y matar manejando a 200 kms/h borracho; y eso no borra la responsabilidad.
Sin embargo, resulta más cómodo responsabilizar al sistema: le vino mejor poner 4.000 personas a 10 pesos y no 1.000 a 40, porque también hay un problema económico en el país. Como en el viejo cine soviético, los personajes son oprimidos por el sistema a tal punto que comenten las peores monstruosidades sin responsabilidad individual, porque a ello fueron empujados por la explotación capitalista. Por ese motivo, no tengo dudas que esta impostura le permitirá al bueno de León conservar sus lazos con el ladriprogresismo porteño; no tengo dudas que mucha gente ahora dirá "mirá que sensato Gieco, cómo matiza las cosas, cómo ve el trasfondo"; y no tengo dudas que seguramente él lo diga porque lo siente así, de buena leche. Será cuestión de afinidad electiva entre unos y otros.
En algún sentido es cierto que, como dice León, una muerte no se puede conformar con nada. El valor de la vida humana es único, irremplazable. Pero precisamente por ello se castiga atentar contra ella. Con ese criterio no tendría sentido la propia condena ante crímenes gravísimos: no se podrá conformar con nada al daño hecho. Pero acá no vamos a detenernos sobre la fundamentación de la pena como tal.
Aquí, en este blog, tenemos una posición tomada. Reconocemos que nuestras observaciones son cualquier cosa, excepto avalorativas. Por eso nos parece que algo había que decir.
[Fotos, acá y acá]
Sin embargo, este argumento se construye sobre el silencio de muchos puntos del relato de una historia que acabó aquella noche en la muerte de casi doscientos jóvenes. Porque numerosas personas sí tuvieron la oportunidad de tomar decisiones y ayudar a torcer el curso de los hechos: pudieron habilitar salidas de incendios (o al menos no ponerle un candado a las existentes), pudieron no sobrevender entradas, pudieron no ingresar vengalas al lugar, pudieron no estimular su uso durante los show (al menos en lugares cerrados), pudieron castigar la violación de las normas, pudieron evitar pedir sobornos, pudieron evitar formar un sistema de recaudación ilegal mediante la entrega de habilitaciones.
No sólo decir que "a cualquiera pudo pasarle" no exime de las culpas y responsabilidades, sino que menos aún lo hace cuando se trata de acciones que se fueron cocinando lentamente, durante muchísimo tiempo, en el que pudieron/debieron prefigurarse las consecuencias de sus actos. A cualquier puede pasarle chocar y matar manejando a 200 kms/h borracho; y eso no borra la responsabilidad.
Sin embargo, resulta más cómodo responsabilizar al sistema: le vino mejor poner 4.000 personas a 10 pesos y no 1.000 a 40, porque también hay un problema económico en el país. Como en el viejo cine soviético, los personajes son oprimidos por el sistema a tal punto que comenten las peores monstruosidades sin responsabilidad individual, porque a ello fueron empujados por la explotación capitalista. Por ese motivo, no tengo dudas que esta impostura le permitirá al bueno de León conservar sus lazos con el ladriprogresismo porteño; no tengo dudas que mucha gente ahora dirá "mirá que sensato Gieco, cómo matiza las cosas, cómo ve el trasfondo"; y no tengo dudas que seguramente él lo diga porque lo siente así, de buena leche. Será cuestión de afinidad electiva entre unos y otros.
En algún sentido es cierto que, como dice León, una muerte no se puede conformar con nada. El valor de la vida humana es único, irremplazable. Pero precisamente por ello se castiga atentar contra ella. Con ese criterio no tendría sentido la propia condena ante crímenes gravísimos: no se podrá conformar con nada al daño hecho. Pero acá no vamos a detenernos sobre la fundamentación de la pena como tal.
Aquí, en este blog, tenemos una posición tomada. Reconocemos que nuestras observaciones son cualquier cosa, excepto avalorativas. Por eso nos parece que algo había que decir.
[Fotos, acá y acá]
7 comentarios:
El hecho que Gieco sea (en mi humilde opinion) un buen compositor, y una persona comprometida con sus opiniones, no le da patente para exculpar a todo el mundo.
El punto de Gieco, es sin embargo cierto: son muchas causas que llevan a un hecho. Sin embargo, (siguiendo la misma linea, y conmigo traigo un vago recuerdo de algunas teorias de derecho penal) que hayan varias causas no deja de significar que unas son mas relevantes que otras (concausas le dicen...creo) y en definitiva, sin la existencia de ellas el incendio no hubiera ocurrido.
Se omitieron controles? Aparentemente si, entonces lo que hay que hacer es mejorar los sistemas de control y en todo caso, poner nuevos inspectores. Los inspectores anteriores son unos asesinos? No, se encuentran insertos en una logica. Debe cambiarse la logica y alguien tiene que asumir la responsabilidad? Si. Es esa persona un homicidad por omision? Probablemente no, pero tal vez esa decision sea del Juez.
Es verdad lo que dice Gieco, hay varias causas, pero en mi opinion, cada cual debe tomar la bala que le responde. Esquivarlas, solo llevara a otros lamentables incidentes.
Saludos
Uan de las mejores columnas que le he visto por aquí Coronel.
Un Abrazo
(Farolera... farolera... siempre tarde!)
Muy buena la columna, en efecto.
Yo, a diferencia de mares (qué hace usté por aquí, no sabía que frecuentaba este bar! :)) no tengo conocimientos de derecho ni nada que se le parezca.
Pero hay una cuestión de sentido común que subyace: si yo soy una inspectora y veo que un lugar no cumple con las condiciones de seguridad necesarias, no podría dejar de preguntarme qué pasaría (sobre todo con mi conciencia) en el worst case scenario. Debo asumirlo no como una posiblilidad sino como una probabilidad, y actuar en consecuencia.
El hecho de que cada parte esté implicada en una larga cadena de burocracia y procedimientos, no contradice en nada el burdo y llano razonamiento expuesto más arriba. Por lo tanto, sería bastante ilógico echarle la culpa "al sistema". Ilógico e infantil. El sistema se compone de personas que van tomando decisiones, eso es el sistema.
Para mí, no sé si asesinato, pero ciertamente estas muertes son fruto de la negligencia, la imbecilidad y de la corrupción. Saludos (me firmás un autógrafo, Aureliano?)
Mares: Lógicamente la decisión será del juez; pero me parecía oportuno destacar la estructura exculpatoria del propio relato. En estos términos, nadie es culpable de nada, sin importar lo que haga, sin importar las consecuencias de sus actos y omisiones.
Julián: Gracias. Pero ahora me queda la duda, ¿tan abajo venía?
Farorela: Nunca pensé que iba a tener que firmar autógrafos en esta vida, pero si me lo pide así, lo haré con gusto. También si quiere le invito una cerveza. Sólo proponga día.
Comparto plenamente, Aureiliano, que la estructura exculpatoria del relato, no esta nada buena. Hay responsables. Pero bajo el lema de busquemos al culpable, no se debe dejar de tener en cuenta que son varios, y que lo mas trascendente, es cambiar lo que llevo a eso. Las cazas de brujas, terminan en hogueras, generalmente de mujeres inocentes.
Farolera, es la primera vez que vengo, parece un lugar interesante, y hasta tienen "good patrons"
:)
Muy buen post. Lo de Gieco es lamentable.
Llegué tarde pero vale, ¿vas a continuar con este emprendimiento? ¿Aureliano Babilonia ya descifró los pergaminos? No creo que hayan pasado cien años...
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