miércoles, agosto 29, 2007

Letanías

Las cosas no podían funcionar, era muy evidente, básicamente porque hasta en la política argentina, capaz de las más sorprendentes alquimias, todo tiene un límite. Y el Coronel cree que es bueno que las cosas tengan, cada tanto, algún límite: sólo imaginar a Carrió, López Murphy, Maffei, Macri, Macaluse, Giustiniani, Stolbizer, y siguen las firmas, todos juntos en una coalición, produce las más lisérgicas imágenes. A esa banda sólo le faltaba un baterista.

Pero la novedad (o no tanto) es la letanía que se despacha el columnista de un diario centenario, lamentando que "la oposición no lee los labios de la sociedad". Primero, la afirmación supone que tamaña entelequia (la sociedad) se trata de un solo actor homogeneo, cuando en realidad el conjunto reúne personas con intereses de los más diversos. Segundo, da por sobre entendido que la sociedad pudiera tener un solo mensaje en los labios, lo cual es consecuente con pensarla como un bloque monolítico, pero choca de frente con con la más obvia realidad. Y, tercero, y más importante, supone que hubiera alguna demanda generalizada de armar tamaño cocoliche con tal de voltear a CFK, porque en una de esas, quién te dice, quizás pasa algo muy malo y se cae. Uno entiende las operaciones, pero parece que algunos se creen sus propias operaciones.

El Coronel comparte con los dos protagonistas de esta historia muchas cosas, como con todos los demás dirigentes políticos que abrevan en un espacio liberal-progresista (y, por ese motivo, al Coronel le gustaría que LM fuera un poco menos lo primero, en beneficio de un poco más de lo segundo), pero juntar cosas porque sí no parece un medio para construir alternativas políticas sostenibles. Como he dicho en ocasiones anteriores: el dilema de los armados políticos es que tienen que ser capaces tanto del éxito electoral como políticamente viables el día después.

Y, bue, entretanto, los representantes de la conservadora centro-derecha del diario centenario siguen llorando lo que nunca fue.

Pd. Había pensado titular el post como "Lamento boliviano", pero ante la posibilidad de que alguno no capte la referencia y lo interprete en sentido xenófobo, me incliné por un título más conservador. Mi abuelita decía que más vale prevenir que curar.

Matador

"Bienvenido, maestro, lo estábamos esperando". Dicen que eso fue lo que el Bocha escuchó le decía Diego, cuando ingresó en los últimos minutos del encuentro contra Bélgica, en las semifinales de México '86.

"Bienvenido, matador, lo estábamos esperando".

No hay mucho más para decir hoy.

martes, agosto 28, 2007

Al menos una


El Coronel no quiere dejar pasar esta oportunidad, porque las cosas buenas no pasan tan seguido como a uno le gusta imaginar. Anoche fue absuelta Lilita en una de las causas más ridículas de las que haya tenido noticias. Al menos una salió, como hubiera dicho mi abuelita, como Dios manda.

lunes, agosto 27, 2007

Preguntas sobre la calvicie

La reforma constitucional venezolana avanza al ritmo de los deseos del líder, aunque falta mucho trecho por recorrer. El panorama necesita aclararse para saber cuál será su futuro contenido. Pero algo, quizás sólo eso, esta claro: Chávez quiere que se habilite su reelección indefinida.

Lo curioso no es tanto eso, que a fin de cuentas ya deja entreveer hace tiempo cuando habla de su Venezuela bolivariana, porque sólo basta ver cuál era la idea de gobierno que tenía Simón Bolívar, para darse cuenta que esta idea no es nueva. Lo curioso es la forma de legitimar sus pretensiones:

“Es una obra, una creación, que otra persona puede terminar, sí, pero más allá de una línea, porque si yo entrego el pincel, a lo mejor esa persona empieza a echarle otros colores porque tiene otra visión, empieza a alterar los contornos del cuadro o a lo mejor a alejarse de la idea central de la obra”, dijo el mandatario en su programa dominical de televisión Aló presidente.

No voy a detenerme en el hecho de auto-compararse con un artista para explicar su propuesta de reelección, sino en la (ausente) concepción de la alternancia democrática. Aunque a Chávez no le guste, una visión democrática de la vida social supone que el proceso político se construye receptando aportes de los múltiples actores, donde confluyen miradas diferentes, en ocasiones entre sí contradictorias. Pero a Chávez esa idea no le agrada, porque él se concibe a sí mismo como un gigantesco demiurgo creador, de quien brotan decisiones perfectas. Detrás de todo se esconde su gran plan maestro, que no es otra cosa que él mismo.

Además de cierta megalomanía, tal concepción niega valor alguno a cualquier aporte que pueda provenir de otros sectores. A los demás se les pide acompañar, en silencio si es necesario, porque nada queda fuera del plan maestro.

Pero Chávez no es un demócrata, ni nunca pretendió serlo. Y el problema no es ese, porque la democracia puede funcionar aún cuando el presidente no sea un demócrata, aunque claro ese será una dificultad. El problema empieza cuando las bases institucionales sobre las que se asienta la vida en democracia, empiezan a ser barridas una a una en nombre de una mayoría que entonces lo puede todo. Básicamente una voluntad mayoritaria que arroja como saldo una democracia sin sus (indispensables) checks & balances.

La pregunta del día es cuántos checks & balances, cuántos límites institucionales se necesitan para que una democracia siga siendo tal cosa. Bueno, la respuesta a este tipo de preguntas nunca es fácil, porque apuntan a saber en qué momento ocurrió un cambio sustantivo: cuando a alguien se le cae uno o dos pelos, nada ha cambiado, pero si se le sigue cayendo el cabello en algún momento se empezará a hablar de calvicie, aunque nadie sepa a ciencia cierta cuándo ocurrió ese cambio.

jueves, agosto 23, 2007

El Medio Pelo

Al Coronel no le gusta largar un te lo dije así de fácil, porque deja flotando una idea de superado, de estar de vuelta cuando todos recién van. Pero, en este caso, las cosas tal como estaban planteadas no dejaban más margen que el fracaso: un entrenador que se quedó en los '60, que cree que tirar unas tiras de asado a las brasas y tomarse unos buenos wiscachos con los pibes son quizás más importantes que el trabajo serio, de todos los días, pensando estratégica y tácticamente los partidos. Es como ver a un nene amacándose en una silla una y otra vez: no se necesita ser ni padre ni adivino para saber que se va a caer de espaldas.

Hoy Olé larga con todo su crónica:

¿Cuál es el plan ahora? Seamos un poco más corrosivos en la derrota, si se nos permite: ¿hay plan? ¿Cuál será el nuevo volantazo que pegará Basile para salir indemne de decisiones que se vacían de contenido con el correr de los partidos y que desnudan la duda, la incertidumbre para enderezar el rumbo?

El Coronel comparte el diagnóstico: no hay plan alguno. Aunque no comparte la solución riquelmista de sus columnistas, propuesta anodina, de fútbol post-asado, jugadores descalzos y a la hora de la siesta que ella implica.

Como se discutió en un posteo anterior, ni siquiera hay cabal consciencia de las carencias de recursos: a un técnico berreta se suman jugadores de cabotaje. Probablemente alguien hace algunos años hubiera hablado del medio pelo en la selección argentina. No estaría mal, nada mal.

Las comparaciones no son odiosas, como indica un lugar común, sino la única forma de dar proporciones a las cosas. Pero para comparar debe haber puntos de referencia realistas, quiero decir las cosas deben ser realmente comparables: no tendría ningún sentido comparar al cuerpo técnico del seleccionado, con sus recursos y sus tiempos, con el cuerpo técnico del Barcelona o el Milan. Pero si uno compara la estructura del cuerpo técnico que condujo durante cuatro años Ruben Magnano, en la selección argentina de basquet, no puede más que caer en el nivel de subdesarrollo del equipo del Coco.

Mientras Magnano tenía un especialistas en los diferentes planos del juego (algunos en juego defensivo, otros ofensivo, etc.), el Coco tiene al Panadero para que le palmee la espalda con talco. Mientras Magnano planeaba los partidos uno a uno, con desarrollos tácticos específicos para enfrentar a cada equipo, el Coco cree que los pibes tienen que juntarse, hacer lo que saben, porque qué les voy a enseñar yo, yo le voy a decir a Tevez cómo tirar un caño. Mientras Magnano conocía uno a uno a los jugadores contrarios, el Coco es capaz de aparecer con una declaración como esta: "El nos ganó el partido. El solo. Con el penalty (sic) y el cabezazo. Es una torre impresionante, imposible ganarle de arriba". ¿Qué pasó, Coco? ¿Carew no medía 1.93m la semana pasada? ¿Creció de golpe y te sorprendió?

Probablemente los resultados que obtuvo Magnano no tengan nada que ver con todo esto y sean mero resultado de la buena fortuna, del designio favorable de los dioses, o de cualquier otro factor tan inasible como inescrutable. Pero resulta más razonable suponer que tales resultados son el producto del trabajo y la planificación.

Entretanto, Marcelo dirije la roja. Y bue, ojalá que le vaya bien. Se lo merece.

domingo, agosto 19, 2007

Rosarino universal

El Coronel hace una breve reaparición, a fin de que su público no extrañe demasiado. Y lo hace con algo breve, pero sustantivo, como esta Zamba que el gran poeta de Ubeda le dedicó al inolvidable Negro.

Zamba pal Negro Fontanarrosa
(Rosarino Universal)

Lo peor de la cosa
nostra es el chau
de Fontanarrosa.

Primos al Palau
San Jordi del noi
sensa renegau.

Ni vengo ni voy
ni firmo recetas
de ayer para hoy,

porque, sin Mendieta,
Boogie el aceitoso
parece un poeta

lírico y leproso
y su pobre viuda
una osa sin oso

ni fosa. ¿Quién duda,
Pereyra Inodoro,
de la bronca muda

del pibe del coro
que desface entuertos
sin hallar tesoro?

¿Cómo que estás muerto?
Mientras en Rosario
Central, che, Roberto,

un clon de Rosario
te brinde un golcito
canalla y sicario

que muere por Fito,
por vos, por Olmedo,
por mi Juan Carlitos

Baglietto, me quedo
y me voy con Guevara,
compadrito en pedo,

cholo tarahumara,
tronco de un Quevedo
que escribe y dispara.


Hasta siempre, Comandante!

lunes, agosto 06, 2007

Día Nacional de la Mentira

Tal como todos los meses, alrededor del quinto día de cada mes, el INDEC difunde el índice de precios al consumidor. Sin embargo, desde hace algún tiempo, el valor de este índice ha sido puesto en discusión en repetidas ocasiones.

Hoy, según el habitual comunicado de prensa, el organismo indica que la inflación minorista en el área metropolitana fue del 0,5% en julio, por lo tanto en los primeros siete meses de este año la suba del índice de precios al consumidor (IPC) acumula un incremento del 4,4%, lo que implica una inflación menor que la registrada en igual período del año pasado (5,5%).

Y bueno, de última, cada uno se cree lo que tiene ganas, que a fin de cuentas este es un país libre y cada cual puede hacer profesión de la fe que más le plazca.

jueves, agosto 02, 2007

Midiendo a ojo

El viernes por la tarde, leyendo las últimas noticias en algún diario online, descubrí que lo (mucho o poco) que sabía sobre cómo se elabora un índice había devenido inútil. ¿Por qué? Porque el sheriff dispuso que eso de encuestar muestras es producto de mentes malintencionadas que quieren darle demasiadas vueltas a las cosas: en adelante, la papa será consultarle a dos o tres empresarios amigos y, de acuerdo a lo que ellos digan, elaborar los indicadores socio-económicos.

¿Cómo? Por ejemplo, van a Molinos y le dicen: 'Señor, ¿me da la lista de precios vigente y me da la lista de hace un año?', y comparan. En el numerador se pone la lista actual, en el denominador se pone la lista antigua. La división va a dar uno punto y pico, el pico es lo que aumentó. Es una cuenta muy sencilla. [...] Los analistas, como no tienen contacto con los empresarios y no les pueden pedir la lista de precios, hacen estas elaboraciones intelectuales que generalmente son erradas.

Entonces, el Coronel decidió probar con este nuevo método y consultarle los valores inmobiliarios a un conocido broker para así sacarse la duda sobre la evolución de los precios. 'Decime, Néstor, ¿el año pasado sacaste una buena tarasca con los deptos de la 1050?'. Y el Coronel tuvo mejor suerte que los giles de La Nación, a quienes no quisieron decirles nada. Con nosotros, la respuesta no se hizo esperar. Orgulloso, recostándose sobre el respaldo, con una sonrisa que sugiere un me los cogí de parado, tira: 'Seeeee, date cuenta que en 2005 gané 276.793 pesos, pero el año pasado facturé cinco veces más: 1.380.448 pesos'.

Guille, mejor seguí con las encuestas. O, por lo menos, no le preguntes por las subas en los alquileres a tu jefe, porque el índice se te va al carajo, incluso con los novísimos mecanismos de medición.