martes, septiembre 30, 2008

Disciplina partidaria, cierta paradoja panóptica y el fin de la historia


El Criador, que se las sabe lungas, ayer analizaba el voto del Congreso (bah, en realidad, de la Cámara de Representantes; hoy me levanté detallista) contra el proyecto de salvataje de la Administración Bush en términos de un "dilema del prisionero": a cada legislador, individualmente considerado, le conviene votar de acuerdo al calor popular (en contra), en especial cuando faltan pocas semanas para las elecciones legislativas (!!); y esperar que los votos ajenos (a favor) alcancen para aprobar el proyecto. Así, otros pagan el pato, pero todos comemos la cena. En cualquier caso, aquí hay un supuesto improbado: ¿realmente los legisladores creían que este paquete de medidas era técnicamente la solución más adecuada a la crisis? Si simplemente no lo creían, ahí no hay voto estratégico, sino pura ética de la convicción. Pero hagamos como que sí.

La situación plantea un dilema alrededor del problema de la información. Por un lado, la literatura convencional afirma que el voto nominal (es decir, saber qué vota cada legislador) favorece la disciplina partidaria, porque los jefes de bancada tienen la oportunidad de sancionar a los "desertores"; un trabajo bien conocido de Tomassi, Jones, Saiegh y Spiller analiza cómo funciona este mecanismo en el Congreso argentino. Los ingleses, que son muy directos, al encargado de controlar al rebaño le dicen whip. Sin embargo, si el poder del partido en el proceso de renominación es escaso, se relaja una condición teórica crucial y, quizás, la información comienza a operar en un sentido diferente.

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Ahora bien, ¿cuánta información a mano del votante es adecuada? Suki seguro dirá mucha y, por eso, hace campaña diciendo que "Internet tiene que transformarse en LA herramienta para consagrar el derecho a saber". Más allá de este punto normativo, en términos empíricos aquí creemos que la cantidad de información puede modificar el comportamiento del legislador; siempre que vaya combinada con altos grados de movilización social y, más aún, grupos de presión organizados y movilizados.

Observemos algunos casos comparados. Tanto las leyes impulsadas por Blumberg (y sus masivas movilizaciones) como la reforma del Consejo de la Magistratura tuvieron alta repercusión pública, pero cuando el asunto tocaba fibras cruciales del poder, el kirchnerismo omitió las quejas y avanzó disciplinando a la tropa. Sin embargo, cuando al conocimiento público se sumaron actores movilizados, con la capacidad de presionar (algunos dirán apretar, otros escrachar; bueno, eso) a los legisladores, tal como ocurrió en el Affaire 125, aún cuando se trató de un proyecto considerado fundamental por el gobierno, el kirchnerismo tuvo problemas para asegurar la lealtad partidaria. Los riesgos que los legisladores percibían para sus carreras políticas fueron más amenazantes que el whip de turno.

Los amantes de la política de la anti-política, que aman que algunos voten leyes según lo que les dice el corazón antes que de acuerdo con lo que piensan (y parece boludo ponerse a aclarar que sentir y pensar son cosas diferentes), amarán también este escenario. Pero otros, como quien firma, que aman la política articulada alrededor de posiciones ideológicas, tienen muchas dudas al respecto.

El brillante Albert Hirschman, en un clásico trabajo de ciencia social, reflexionaba sobre los efectos de la movilización diciendo algo como ...it has long been an article of faith of political theory that the proper functioning of democracy requires a maximally alert, active, and vocal public. [...] Since the democratic system appeared to survive this apathy rather well, it became clear that the relations between political activism of the citizens and stable democracy are considerably more complex than had once been thought. As in the case of exit, a mixture of alert and inert citizens, or even an alternation of involvement and withdrawal, may actually serve democracy better than either total, permanent activism or total apathy. Reformulando a Hirschman, digamos que el funcionamiento de la democracia se verá fortalecido por la cantidad y calidad de la información del votante, ma non troppo. Votantes plenamente informados pueden significar la cima del cortoplacismo y la parálisis política.

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¿Será este el último post del Coronel? Honestamente, no lo sabemos. El "ritmo" (bueno, de alguna forma hay que llamarlo) de posteos durante septiembre es una prueba clara, muy clara, de cierto cansancio con el blog (este), con los blogs (en general) y con la blogósfera (como ámbito).

A fin de cuentas, ya cualquier pelotudo tiene un blog.

domingo, septiembre 21, 2008

Money


Al principio había un blog. Desconozco si estaba el logos, pero al menos hubo un blog. Pero de un tiempo a esta parte, ahora ya no se lleva lo que se solía llevar. Si dios ha muerto, porqué tendría que ser eterno el blog....

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El mundo ha vivido una semana agitada, donde el crack de los mercados financieros parecían/parecen (tache lo que no corresponda) poner en duda el mundo tal como los conocemos. Es decir, un puñado de tipos tiran los dados como apostadores compulsivos, pero en esta ocasión todos somos la apuesta.

Así es la vida. Así es el capitalismo. Allá y acá, también. Si usted es un hombre de a pie y tomó un crédito sin estar seguro de poder pagarlo, es (quién podría dudarlo) un irresponsable; pero si usted es un banquero y formó una cartera de inversiones insostenible, a lo mucho será un respetable banquero en problemas. En la misma línea, una quincenal revista catalana se pregunta: Por qué Ricardo Jaime llama "delincuentes" a los que incendiaron vagones pero llama "estimado señor Cirigliano" al dueño de TBA.

Qué es robar un banco, al lado de fundarlo. ¿O no, Zabalita?

sábado, septiembre 13, 2008

Hablando se entiende la gente?

(a veces sí, a veces no)

Ante otro pico en la crisis política boliviana, hace un tiempo reflexionamos sobre (el que creemos es) el nudo gordiano del conflicto: la fractura entre el Oriente y el Occidente boliviano. Más allá que, a mediados de esta semana, Evo salió a vender humo (y sorprende que observadores de izquierda, con su usual acento sobre los factores estructurales de la política, se queden atrapados en esta humareda) a fin de galvanizar su apoyo tanto interno como externo, los desafíos a resolver están puertas adentro.

Bolivia, como muchos otros países latinoamericanos, presenta un fuerte desbalance inter-regional. Sin embargo, la diferencia específica radica en que las instituciones políticas bolivianas son por un lado muy rígidas; y por otro están asentadas sobre las regiones otrora centrales pero hoy en un visible retraso relativo. Si este escenario es en sí inestable, el intento del gobierno masista de sancionar una constitución que no sólo ignora demandas autonomistas que lo pre-existen sino también a cualquier oposición política, no puede hacer otra cosa que encender la mecha de una mezcla explosiva.

El pool de referéndums revocatorios de hace algunas semanas no podían resolver el conflicto, sino polarizar aún más las posiciones, porque la disputa no giraba alrededor de la legitimidad de las autoridades electas, sino sobre la distribución de competencias entre Estado central y prefecturas. Pero si el recurso era (desde el inicio visiblemente) inútil, el empate que tuvo por resultado condujo a un inevitable empantanamiento: los votantes rechazaron la revocación del mandato de Evo, pero también de los prefectos opositores. Nadie gana, nadie pierde, nadie avanza.

Los hechos de las últimas horas han llegado a un punto de violencia difícil de sostener. Las últimas noticias indican la disposición de las partes de sentarse a negociar. ¿Pero qué temas estarán en la agenda de negociación? Aquí creemos que sólo una solución lijphartiana puede producir una situación de equilibrio político; y también creemos que este resultado sólo se puede alcanzar dando un paso atrás en el proyecto constituyente. El texto constitucional en discusión no parece ser, tal como decíamos en otra oportunidad, un pacto sustentable.

Hay días en que creo que el club de los deliberativos tienen mucha razón sobre ciertos temas.

Y sí. Sé perfectamente que más de uno me va a putear por este posteo; pueden hacerlo en los comments. Pasa que tengo este blog para decir lo que me parece, aunque alguno putee. Qué va'cer...

miércoles, septiembre 10, 2008

Acción-Reacción



Tal como puede observarse en la imágen de más abajo (que resume una encuesta abierta durante algo más de una semana, click para agrandar), a pesar de la barrileteada intentada por sus compañeros entre lunes y martes, los lectores de este blog tienen un juicio notablemente homogéneo sobre el choque Méndez-Falcao e, implícitamente, sobre la violencia en el fútbol.

El 90.9% de los lectores (proporción a todas luces notable) considera que la violenta entrada de Falcao sobre Méndez aquella noche de mayo, seguida de la ausencia de castigo y coronada por el cinismo constituyen el pico de deslealtad en el enfrentamiento. En algún punto, como aquí sugerimos varios días antes del partido, la ausencia de castigo conduciría indefectiblemente a revanchas por mano propia, por sí muy condenables, pero no por ello menos explicables.



La mirada implícita en ese 90.9% supone una noción (para usar la expresión de Karl Mannheim) relacional de la violencia. Observar sólo la reacción, desanclada de su contexto, constituye un ejercicio de análisis no sólo vacío sino funcional a aquellos que antes eludieron el castigo.

Por el contrario, notas como esta constituyen una versión no comparada y no situada del fenómeno. Primero, está ausente cualquier marco de comparación y se culmina, indefectiblemente, en comentarios de peluquería de barrio. ¿Acaso se pega más ahora que antes, digamos hace 20 ó 30 años? Dudo mucho. Y mis dudas se sustentan en la ausencia de comparación: en la nota no existe sustento empírico alguno para dejar picando ese cómo se pega en el fútbol..., sino un relato impresionista y a medida. Segundo, los hechos son presentados como si ocurrieran cortados en el vacío, como si pudieran ser fácilmente separados de su reciente historia de violencia, mala intención, ausencia de castigo y cinismo.

En última instancia, la polémica expone una de las justificaciones centrales de la pena: evitar que las víctimas hagan justicia por mano propia y se transformen así en victimarios que generan, a su vez, nuevas represalias, estimulando un espiral de violencia y revanchas. La pena existe, entre otras cosas, para recrear condiciones de paz en un conjunto; en este caso, entre jugadores de fútbol. Falcao, al no ser sancionado en su hora, en lugar de pagar su "mala leche" con fechas de suspensión lo hace sufriendo en carne propia la injustificable represalia de su víctima de ayer. Ahora, el mismo Tribunal para el cual esto merecía sólo una fecha de suspensión, castiga con tres fechas a Mendez. E intenta cerrar ese espiral.

Bonus-track

El comentario de Bilardo post-partido y post-expulsión fue, por decirlo de algún modo, memorable. Su crítica fue algo como "si sabés que estás con 10, no podés hacerte expulsar por una calentura y dejar con 9 a tu equipo". Bilardismo qímicamente puro. A lo único que se refiere es al resultado, la violencia es circunstancial.

[Ilustración, acá]

domingo, septiembre 07, 2008

Si tomaste alcohol, no saltes


Las campañas concientización sobre el uso (y abuso) del alcohol deberían incorporar un nuevo issue, a la luz del caso que nos reúne (?) el día de hoy.

Ivan Ukhov es un atleta ruso que ha sido acusado de participar en una competición... ¡borracho!

Existe la sospecha de que el saltador de altura, su mejor marca es 2,33 m. y tiene el récord nacional en pista cubierta, compitió en estado de ebriedad en Lausanne (los organizadores se negaron a pagarle tras su bochornoso espectáculo). Todo apunta a que la mezcla de una bebida energética con vodka causó estragos en él.

Mientras tanto la IAAF ya ha abierto una investigación (aunque el alcohol no está prohibido) y le ha pedido una explicación a Ukhov.
(fuente: Marca)

Mirando las cosas en perspectiva, la figura del Loco Houseman adquiere otra dimensión. Este muchacho Ukhov a duras penas levantó las patas del suelo; mientras que el Loco le metió un legendario gol a River, pintándole la cara a Perfumo y Fillol. Sin dudas, de otro planeta.

Chicos, no hagan esto en sus casas.


miércoles, septiembre 03, 2008

Cambio de curso


El viernes por la tarde conversaba con un economista amigo y le decía que yo veía un giro hacia el centro tras la cachetada sufrida en el Congreso. Me pregunta: "¿En qué cosas concretas lo ves?". Bueno, le digo, mirá que en forma planificada o no, por virtud o por necesidad, han comenzado a ajustar tarifas de servicios (condición sine qua non para reducir o, cuando menos contener, los subsidios); el tipo de cambio real es más bajo e, incluso, bajó el tipo de cambio nominal; el crecimiento del gasto presenta un ritmo más bajo... Me parece, le digo, que algo está cambiando.

Algunos días antes, me cruzo con otro amigo, politólogo en este caso, que me cuenta que desde muchos sectores del peronismo (hasta ayer aliados incondicionales) le dicen que ya no van a acompañar al gobierno a cualquier parte, que Das Neves se lanza antes de fin de año y cosas así. Yo le digo que estamos de acuerdo que el peronismo está descontento, le recuerdo que eso ya se podía entrever antes de la presidenciales, pero le digo que de ahí a sus pronósticos actuales hay un trecho. "Creo que te estás equivocando", me espeta. Mirá, le respondo, es posible que me esté equivocando, por supuesto; pero me parece que más que sublevación lo que hay son nuevas condiciones de negociación y ahora se tienen que sentar a conversar con Reutemann, Schiaretti, Binner, tienen que visitar las provincias y sacarse fotos con los gobernadores, pasearse con los intendentes del GBA, etcétera. Mi duda es más bien si tiene recursos fiscales para pagar el nuevo precio al cual ahora cotiza la disciplina.

* *

No hay nostalgia peor
que añorar lo que
nunca jamás sucedió
.

El gobierno está retrocediendo, de manera bastante desordenada, en numerosos frentes. Para algunos esto será positivo y dirán que se trata de un retorno a la moderación, la racionalidad, la sensatez y cosas así; más aún, algunos dirán que se trata de un giro tardío y reclamarán un cambio de curso más profundo y acelerado. Para otros esto será negativo y dirán que se trata de la derrota del gobierno popular frente al poder concentrado; los últimos en retirarse intentarán disfrazar un poco las cosas adoptando el discurso oficial: "otro paso fundamental en una política de Estado de desendeudamiento".

En el fondo estamos solos en un desierto de
gente, pero hay que ser muy valiente, apretar los
dientes a la soledad
.

El pago de la deuda con el Club de París desconozco si será capaz de recuperar la confianza de los mercados; por acá y acá debaten el punto. Antes bien, aquí creemos que se trata de una jugada para recuperar aliados políticos internacionales. Hace rato decíamos por acá que el gobierno se encontraba muy solo internacionalmente, en parte por su desdén hacia lo que ocurre más allá de la política nacional; y en parte porque las propias políticas generan reacomodamientos y coaliciones a nivel local e internacional. La visita de Tom Shannon, seguida de esta jugada, (me) sugiere que el pago de la deuda al Club de París fue acordado como la base para un nuevo entendimiento con Washington y el G7.