viernes, septiembre 28, 2007

Goles son amores

El fútbol es el arte de lo imprevisto, de lo impensable. Esa vieja sentencia de Dante Panzeri no ha perdido vigencia, de hecho nunca lo hará. Y en lo imprevisible del fútbol los goleadores son pescadores en río revuelto.

La pelota queda boyando, no importa porqué, pero es una pelota sin dueño, suelta en el área, cerca del arco pero sin destino alguno. Esa proximidad física no parece poder conjugarse con el concepto de peligro. Pero el goleador es ese ser único que, donde todos vemos una pelota suelta, es capaz de ver una oportunidad de abrir el partido, incluso el más cerrado. A los goleadores no se los explica, se los reconoce.

Ellos recorren una tradición inagotable que va de Varallo a Batistuta, pasando por Scotta, Labruna y Kempes. Y lo distintivo no es su estilo de juego sino su naturaleza única: los hay que sacan partido con definiciones algo desprolijas, reboteros, a lo Romeo; otros finos, de toques sutiles, casi estiletazos, a lo Saviola o van Basten; otros capaces de una belleza estética incomparable, como Romario; los hay oportunistas, como el inolvidable Manteca; tipos difíciles, mañeros, pero eficaces como el Beto; y también, porqué no, capaces de las torpezas más rudimentarias pero aun así optimistas del gol.

A vos, Matador, te digo que sigas así, rompiendo redes.

1 comentario:

Zabalita dijo...

No hay nada más lindo que esos momentos en que los goleadores del equip que uno apoya están en racha, no? Esos momentos en que hay una explosión de tres cuartos de cancha para adelante.

Esos momentos en que uno recibe la pelota y como si fuera el Gringo Scotta o Arsenio Erico, pelota que toca, pelota que va al fondo de la red.

Que lindo es el fútbol! Es impresionante como nos puede dar alegrías, sobre todo cuando uno está en el mood de Scotta o Erico!