viernes, agosto 15, 2008

Rusia (nos) regresa a la historia



A veces uno se pregunta qué fuerte habrá sido la imagen de la caida del Muro y el fin de la Guerra Fría para que algunos pensaran que se avecinaba el fin de la historia.

La extensión del bloque occidental hacia el este se presenta indudablemente dilemático. Por un lado, la expansión de la UE y, luego, de la NATO hacia Europa oriental estimulan a Moscú a tomar posiciones firmes, para no perder el control de su área de influencia. La incorporación de numerosos miembros del antiguo bloque soviético a la UE no pudo ser resistida, pero la incorporación de algunos países a la NATO fue respondida con amenazas explícitas, que obligaron a posponer estas incorporaciones.

Pero, por otro lado, esa misma dureza rusa estimula a todo su vecindario a acercarse a una Europa que ofrece (o, al menos, promete) progreso y seguridad; mientras Moscú no parece ofrecer otra cosa que castigo para los desobedientes. Tal como refleja con ironía The Economist (decididamente, nuestro semanario político favorito), esta situación estimula aún más la fuga hacia Occidente, lo que a su vez profundiza las preocupaciones en Moscú y da espacio político a los halcones y las posiciones más duras, realimentando el espiral ascendente.

Ufff... Un jueguito, a todas luces, compliado.

[KAL's cartoon, here]

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