jueves, julio 19, 2007

Adios, Negro


Hay días que, con una rara tristeza, recordaremos siempre. Hoy por la tarde, cuando me enteré que nos había dejado el Negro Fontanarrosa, supe que por más tiempo que pase podré contarle a cualquiera que me pregunte qué estaba haciendo en ese momento, de la misma forma que todavía puedo describir a la perfección el momento en que, por radio, me enteré que había muerto el Negro Olmedo.

Fito decía que nada nos deja más en soledad, que la alegría si se va. Esta será una noche de una soledad sin par, como lo fue aquella aciaga mañana de sábado en que se fue Alberto.

Negro querido, todos los homenajes serán insuficientes. Recuperando palabras de Mario Benedetti, el Coronel sólo te dice: Gracias por el fuego.

1 comentario:

Zabalita dijo...

Como lo dije en El Tribuno, esta muerte me jode. No solo me duele, sino que me dan ganas de putear sin límites. Creo haber sentido esto antes pocas veces con gente que no conocía personalmente (por lo pronto me vienen a la cabeza Marcello Mastroianni y George Harrison). Lo de Fontanarrosa es una pérdida indiscutiblemente. No solo se nos va un gran humorista, sino un buen tipo. La reputa madre que lo remil parió. Bien puta resultó ser la muerte...