jueves, octubre 25, 2007

10 d.M


Hace diez años el fútbol argentino cerró su etapa de oro. Desde entonces, nos hemos dedicado a buscar réplicas del héroe máximo, sin entender la imposibilidad absoluta de replicarlo. Desde entonces hemos errado en busca de nuevos dioses para llenar el vacío, inventándonos innumerables becerros de oro, que no fueron más que sombras de su figura única.

Desde estas humildes líneas, el Coronel no quiere dejar de homenajear al ídolo eterno. Diez años después, sólo nos queda decirte Gracias, Diego.




Nota: El título de este post no pretende originalidad, lo saqué de acá; había pensado también recurrir a las sabias palabras de Andrés, pero no parecieron tener la misma fuerza.

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