jueves, marzo 27, 2008

La protesta, un espacio vacío

Más allá de las medidas y más allá de la pulseada política entre productores rurales y el gobierno para detener/sostener las medidas, existe un espacio vacío en el análisis: la extensión de la protesta desde los cortes en las rutas a las calles de las ciudades. Este nexo está insuficientemente explicado, sólo hay ideas sueltas.

En medio de la larga Semana Santa nos preguntamos si era posible que la protesta se quedara aislada en el ámbito rural y los sectores medios se aglutinaran detrás del gobierno. Aunque el epicentro geográfico de la protesta está socialmente sesgado (Recoleta, Palermo, Belgrano y, ay, Caballito), claramente la protesta no se compuso de oligarcas de doble apellido e hijos de chacareros estudiando en Buenos Aires. Si bien quiero ver números más representativos que la selección de un par de directores de noticias, nuestra propuesta fue barrida.

El Criador propone que la protesta es un significante vacío, que aglutina a todos los opositores; no está muy lejos de lo que dice acá Morales Solá: El malhumor de los centros urbanos encontró -es cierto- un eje en la protesta del campo, el único sector social en condiciones de sublevarse a un gobierno que hizo de la obediencia política un dogma. Pero aquel malhumor no se había fundado en las retenciones a las exportaciones. Reconoce otras razones. La lista de razones creo que no viene al caso, más importante es entender cómo se conectan estos sectores; si como piden acá, hay que dividir para reinar, es fundamental (casi diría indispensable) conocer cómo se anudan esos sectores, cuáles son los puentes que los unen en este momento de solidaridad sorprendente, inexplicable en términos socio-económicos, de clase, de materialismo histórico, bah dígale como quiera.

La magnitud de la protesta en la ciudad de Buenos Aires fue muy menor. Ni por las tapas se acercó a aquel Apagón fundacional de la Alianza ni a las movilizaciones iniciales de Blumberg. La comparación con los cacerolazos del 2001 bordean lo insólito. No obstante, subestimar a la protesta sería un errror político grave, pero pregunarse por su sustentabilidad en términos temporales es otro asunto.

Volviendo a las palabras del Criador, él se pregunta si esto puede ser una critical juncture a lo largo de la cual se rearticule el conflicto político. Aquí creemos que a lo mucho es una revitalización de ese viejo clivaje surgido en la propia Plaza de Mayo, mientras caía el sol en una calurosa tarde de octubre; en ese caso, ya no se acabaría la tormentosa "especificidad argentina", y todo sería más simple en un esquema político unidimensional sino que, por el contrario, tendremos una fractura peronismo-antiperonismo reactualizada, es decir mucha más especificidad. Y, una vez más, cuatro cuadrantes bien definidos cortados por las líneas izquierda-derecha y peronismo-antiperonismo.

En cualquier caso, no lo veo. Me puedo equivocar de medio a medio, pero no lo veo. Si me equivoco lo reconoceremos, como en el párrafo incial lo hicimos sobre un posteo que no tiene una semana.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Pienso que tratar de comparar fenómenos tipo cacerolazo 2001 versus cacerolazo 2008 no es muy conducente. ¿Cómo medir el descontento, la rebeldía, el enojo? Cada protesta se da un contexto irrepetible, está clarísimo. Pero es inevitable percibir desde este barrio, desde esta esquina, unas ganas irrefrenables de pronunciarse contra Cristina. El campo es una excusa, vale. Pero ahí está el descontento, hondo, antagonista. Quizás sean dos fuerzas que se mantengan en tensión durante toda la gestión, tal vez en algún momento haya un vuelco, un quiebre. Habrá que ver. Pero me parece que no es lo mismo que haya existido esta manifestación a que no. Creo que, tal como se mostró en el discurso de hoy, Cristina fue obligada a bajar los humos y a -al menos- mencionar la palabra "humildad". No es poco, Coronel; no es poco.

Cacho Espíndola dijo...

Tambien opino que la comparacion 2001-2008 puede ser absurda por lo diferente de los contextos. Pero no podemos negar los elementos comunes, de lo contrario ni las formas ni la espontaneidad (convengamos que lo que paso fue bastante espontaneo).

Lo de las coyunturas criticas tambien es desproporcionado, igual que querer derivar tamaños fenomenos como un "realineamiento politico" de tan poco. No es cuestion de politologizar tan profundo todas las noticias del diario, es un esfuerzo un poco demasiado el que Ud. cita.

Pero insisto: investigue y reflexione sobre los elementos comunes entre el cacerolazo y el cacerolacito. Yo lo esponsoreo. Y espero sus conclusiones (a mi mucha mas no me da).

Anónimo dijo...

“Ojalá que la sensatez, la cordura y una palabra que es ajena a la política –el amor al otro, al cualquiera­– sirvan para que nuestros compañeros del oficialismo desactiven esa bomba de tiempo que son los matones puestos en nombre del pueblo. No puede ser que la Justicia esté juzgando a la Triple A, de la que muchos compañeros han sido víctimas, y hoy tengamos que ver a estos matones que en nombre del pueblo no garantizan lo único que tenemos que garantizar: la democracia”.
Norma Morandini

El criador de gorilas dijo...

Yo efectivamente creo que tampoco es una coyuntura crítica (agradezco que el término utilizado haya sido "pregunta" y no "sostiene"), pero también creo que hay momentos donde los dos ejes dejan de ser totalmente independientes, y algunos polos de ambos ejes se acercan más entre sí. En el issue "campo" me parece que eso pasa, en cierta medida.

Anónimo dijo...

Intreresante desarrollo, aunque todos con esto de la politica tenemos muy abandonado al lamentable futbol de Basile, Roman y los mentirosos del futbol.

Aureliano Buendía dijo...

Flor: Me parece que analizar la composición de la protesta es, quizás, el asunto fundamental en todo este lío. ¿Cuáles son los actores en cada posición del conflicto y qué los une/separa en esas posiciones? Y de ahí moverse hacia la explicación de tales posiciones. En el fondo responder estos puntos es explicar el fondo del conflicto, que desborda largamente las medidas en sí.

Salvando las distancias, quedarse en la discusión de las medidas, a esta altura, es limitar la explicación del peronismo a la detención de Perón en octubre del '45. Más importante fue explicar la composición, identidad y motivaciones de ese nuevo actor y cómo introducía una nueva dinámica en el tablero político.

Cacho: Acá no vamos a entrar en esa discusión sobre lo "espontáneo" del asunto, porque no es más que una batalla retórica, una forma de pelear por la legitimidad en los medios: lo espontáneo es puro, noble, expresión del alma; lo no espontáneo es producto de los aparatos, de lo más sucio de la política. Ese juego de lo espontáneo sólo esconde una denostación de las formas de acercarse a lo político de los sectores populares, que corporiza un ellos y un nosotros diferenciados, que otorga legitimidad a unos y a sus demandas; mientras la niega a otros. No es más que una batalla simbólica que, usufructuando un vocabulario anti-político surgido en 2001 (asambleas autoconvocadas, cacerolazos espontáneos, etc), se presenta ahora con un sentido abiertamente despectivo, en algunos discriminatorio y racista.

Criador: Como le decía en otra oportunidad, creo que la confluencia en dos polos izquierda-peronismo vs. derecha-antiperonismo se explica como una alianza táctica, coyuntural, y no como un realineamiento masivo.

No obstante, aun si se tratara de un realineamiento perdurable, en mi caso interpreto esa confluencia en dos polos en sentido opuesto: la corporización del clivaje peronismo-antiperonismo, reduciendo el peso del otro izquierda-derecha, retrotrayendo las alianzas sociales a los años de Onganía, antes que la izquierda peronista ingresara en un espiral de radicalización. Es decir, mientras que usted imagina que la fusión de tales polos concluye la especificidad argentina, yo creo que le da nueva vida.

A todo esto, usted descalifica a mi focus group, diciendo que son unos amigos escabiados, pero usted postea el suyo como una confirmación de la intuición criadorense. Creo que la única diferencia de mi focus frente al suyo es que el mío fue hecho en medio de Semana Santa, es decir antes de la irrupción masiva del conflicto en las calles porteñas.

El criador de gorilas dijo...

Jeje, mi descalificación de tu focus fue simplemente porque -cuando habilitaste comments- decidí empezar a devolver las múltiples objeciones que me propinabas siempre como el primer commentarista de cada post...

Ah, y no creo que se produzca el realineamiento, eh: como dije en todos los posts, eso requeriría una polarización que no se va a dar.

Cacho Espíndola dijo...

Ni ahi, macho, entendiste lo que te decia.

Decir que fue espontaneo: ¿tiene todas esas connotaciones idiologicas, o simplemente lo puede describir como contrapuesto a organizado?

(Supongamos que el 90% de los caceroleros, caceroleó cuando descubrio que otros caceroleaban, y no porque lo tenia agendado, como el acto del 1ro de abril).

Y con eso iba a otra cosa, pero ¡me piqueteaste la reflexion en la segunda frase!

Media docena de pilas...

Aureliano Buendía dijo...

Cacho: Te había escrito una respuesta larga. Pero se apagó la computadora antes que la posteara. Quizás mañana la intente reconstruir en mi cabeza.

Pero parte de la idea que tenía en mente esta bien presentada acá.

Cacho Espíndola dijo...

El post de Maria Esperanza tiene razón cuando opina que machacar con la espontaneidad puede ser una forma de decir que no son llevados por el chori, como supuestamente ocurriría con los pobres. Pero no quiere decir eso nada mas. Tambien puede querer decir que no habia un acto convocado por un partido politico, con los canales habituales.
Pareciera que Maria Esperanza tiene a Auyero sobre la mesita de luz y le pego para ese lado, que no es el unico.
(Ademas, tampoco hay que irse para el otro lado y decir que el chori no existe)