Ayer nomás, Lula y Sarkozy se encontraron en la Guayana francesa y, según indica la prensa internacional, alcanzaron un acuerdo para la transferencia de tecnología militar francesa. A su vez, siempre según la misma fuente, Francia se ha comprometido a redoblar sus esfuerzos diplomáticos para incluir a Brasil en organismos como el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y en los Foros de los países más desarrollados, como el del G-8. Para redondear el acuerdo, Sarkozy visitará Brasilia a finales de este año, siendo aún presidente de la UE.
Es decir, por un lado, el acuerdo fortalecerá la posición brasileña como potencia militar regional. Por otro, el gobierno francés comprometió un fuerte respaldo diplomático al establecimiento de Brasil como líder regional.
Entre tanto, en un intento por demotrar que no sólo recibe a músicos y artistas varios, Cristina Kirchner redobló su apuesta de política exterior, que como todos sabemos será uno de los ejes de su flamante y ambiciosa y requeteprogre Administración; y recibió a un candidato a Nobel de la Paz y también a este muchacho que vemos en la foto, con quien firmó convenios sobre... sobre... En realidad, no sé bien sobre qué cosa, pero seguramente nada tienen que envidiarle a los acuerdos alcanzados por Lula. No, seguramente que no, nada de nada.
Qué se yo. A veces uno se queda sin palabras ante tanto vuelo, ante tanta alta política, ante tanta estrategia de inserción internacional de este poderoso, impactante y (casi diría) conmovedor modelo de acumulación con matriz diversificada e inclusión social.
Es decir, por un lado, el acuerdo fortalecerá la posición brasileña como potencia militar regional. Por otro, el gobierno francés comprometió un fuerte respaldo diplomático al establecimiento de Brasil como líder regional.
Entre tanto, en un intento por demotrar que no sólo recibe a músicos y artistas varios, Cristina Kirchner redobló su apuesta de política exterior, que como todos sabemos será uno de los ejes de su flamante y ambiciosa y requeteprogre Administración; y recibió a un candidato a Nobel de la Paz y también a este muchacho que vemos en la foto, con quien firmó convenios sobre... sobre... En realidad, no sé bien sobre qué cosa, pero seguramente nada tienen que envidiarle a los acuerdos alcanzados por Lula. No, seguramente que no, nada de nada.
Qué se yo. A veces uno se queda sin palabras ante tanto vuelo, ante tanta alta política, ante tanta estrategia de inserción internacional de este poderoso, impactante y (casi diría) conmovedor modelo de acumulación con matriz diversificada e inclusión social.
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