jueves, febrero 07, 2008

Excursus



Alguien con quien charlaba ayer me comentó una discusión reciente que había mantenido con un miembro del honorable sistema judicial argentino. Parece que la discusión giró alrededor de la histórica resistencia de los jueces a pagar el impuesto a las ganancias, carro al que, como no podía ser de otro modo, se suben también todos los demás miembros de la carrera judicial (fiscales, secretarios, etc. etc.). El interlocutor de mi amigo, entre muchos otros dislates, argumentó que "¿Usted sabe lo que yo ganaría con lo que sé en el sector privado?" para defender el no pago de impuestos. Este es un asunto en el que, muy brevemente, nos detuvimos en otra oportunidad.

No hay que ser nuestro super-héroe para sostener que el saber es un recurso de poder atado a la pertenencia social de quien lo posee: los sectores socialmente dominantes son los que acceden a los niveles más altos del sistema educativo formal. Y el mencionado impuesto a las ganancias pretende reducir la regresividad del sistema fiscal, gravando a los que más tienen, lo cual le da al mencionado impuesto ciertas (no muchas) pretensiones redistributivas. En consecuencia, precisamente, porque aquel interlocutor posee un volumen de saber superior a la media debe ser gravado (y no exceptuado) por el impuesto a las ganancias.

En fin, arriba les dejo una imagen de la familia judicial.

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