Dice El País de hoy:
El 25 de junio de 1947, dos años después del fin de la Segunda Guerra Mundial, salía a la luz la primera versión del diario de Ana Frank, la adolescente judía asesinada por los nazis cuando faltaban pocas semanas para que concluyera la contienda, con una tirada de 1.500 ejemplares y por iniciativa de su padre, Otto Frank, único superviviente de la familia. La efeméride coincide con la unificación de los archivos sobre la vida y obra de la joven, parte de los cuales se encontraban hasta hoy en poder de sus descendientes en la ciudad suiza de Basilea, según la Casa-Museo de Ana Frank en Amsterdam (Holanda).
La triste historia de Ana no fue en sí relevante, no se trató de una gran protagonista de la historia de la guerra, pero por su sencillez, por ser una historia que hoy diríamos "mínima", representa con crudeza la historia de miles y miles de personas que fueron perseguidas por razones religiosas, étnicas, sexuales e ideológicas. Millones de hombres y mujeres acabaron sus vidas en campos de concentración bajo el horror del nazismo por ser "diferentes", por no encajar adecuadamente en los moldes del Reich. Y todos ellos se ven representados en la figura de Ana.
Estas líneas, con toda su sencillez, intentan ser un nuevo testimonio contra la opresión y contra las persecuciones.
El 25 de junio de 1947, dos años después del fin de la Segunda Guerra Mundial, salía a la luz la primera versión del diario de Ana Frank, la adolescente judía asesinada por los nazis cuando faltaban pocas semanas para que concluyera la contienda, con una tirada de 1.500 ejemplares y por iniciativa de su padre, Otto Frank, único superviviente de la familia. La efeméride coincide con la unificación de los archivos sobre la vida y obra de la joven, parte de los cuales se encontraban hasta hoy en poder de sus descendientes en la ciudad suiza de Basilea, según la Casa-Museo de Ana Frank en Amsterdam (Holanda).
La triste historia de Ana no fue en sí relevante, no se trató de una gran protagonista de la historia de la guerra, pero por su sencillez, por ser una historia que hoy diríamos "mínima", representa con crudeza la historia de miles y miles de personas que fueron perseguidas por razones religiosas, étnicas, sexuales e ideológicas. Millones de hombres y mujeres acabaron sus vidas en campos de concentración bajo el horror del nazismo por ser "diferentes", por no encajar adecuadamente en los moldes del Reich. Y todos ellos se ven representados en la figura de Ana.
Estas líneas, con toda su sencillez, intentan ser un nuevo testimonio contra la opresión y contra las persecuciones.
1 comentario:
Che y si le regalamos una edición del diario de Ana a su pariente más joven? En una de esas se nos vuelve algo más progre y deja de lanzar cazas de brujas.
Publicar un comentario